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El (diseño) es para todxs

El diseño para mí no es un lujo, es un valor añadido, es un PLUS. Es creatividad e ingenio a servicio de la sociedad. Incluso diría, que ayuda a vivir mejor las personas.  

No me gusta hablar de lujos, porque solo va dirigido a unos cuantos. A esa minoría que parece tan grande por lo que tiene. Pero la pregunta es ¿Es realmente bueno lo que tienen? 

Esto es como el « Boom de la Construcción de los años 90 » en España. Edificios de obra nueva con materiales que dejan mucho que desear y aún estamos viendo con ellos, pero bien, ¡alguien se enriqueció en el proceso!  

Ser diseñador, comporta tantas cosas, aparte de 1prestar un servicio que satisfaga alguna necesidad humana y que no consista en la producción de bienes materiales. Un servicio de diseño es algo intangible, pero muy valioso. No podemos ver el servicio en sí, pero si el resultado. Aunque muchas veces no sea lo más importante y nos perdamos la mejor parte; como se ha pensado, de dónde ha venido el concepto, el estudio social y cultural que conlleva, el proceso de elaboración y producción, si ha sido coherente con los materiales y acabados. Y sobre todo si hay una consciencia medioambiental durante el circulo de diseño y por qué.  

Una de las tantas cosas que comporta ser diseñador es educar a un público. Dar a ver a la gente común que el diseño es importante. Culturizar a la sociedad de un país o de todos. 

Pero muchos diseños acaban siendo un bien material. Y pasamos del « ser » al « tener ». Aunque no sea la parte más constructiva. Para mí, es más importante el qué y cómo el usuario interactúa con el diseño que hemos llevado a cabo. Muchas veces nos la saltamos también. 

La sociedad se está convirtiendo en consumistas por el simple hecho de consumir y tener. ¿Qué cosas consumes y tienes? Cada vez la gente quiere más cosas y más rápido. Y esto lo que hace es perder el valor de las cosas, y que las calidades disminuyan. Y lo que da apuro es que esto se está normalizado. Esta «normalidad» de comprar barato, hace que se rompa y tengamos que reemplazarlo. ¿Antes las cosas duraban más, o a mí me lo parece? La vida de los productos ha cambiado y también su procedencia. Nuestras abuelas tenían objetos que ponía MADE IN GERMANY, JAPAN, SPAIN, TAIWAN… ahora solo hace falta observar. Todo viene de un único estado mercantil. Que no digo que no haga algunas cosas bien, pero no todas. Esto es como la famosa marca de muebles sueca. Tienen de todo, ¡Pero no todas las calidades son buenas!  

Lo que me gusta de ella es que ha querido democratizar el diseño y hacerlo llegar a todas las casas, y lo han conseguido. No hay barreras, no hay clases sociales cuando hablamos de IKEA. Igual que lo hizo Enzo Mari en Milano o Jordi Vilanova en Barcelona. Referentes para concienciarnos que el diseño es para todos, sin diferencias.  

Aquí en los países del norte he descubierto la importancia de los clásicos. Piezas de mobiliario y objetos cotidianos que la sociedad escandinava valora, repara y conserva su historia como « objetos vintage ». Le dan un valor de diseño envidiable, volver a los orígenes de aquello que funcionaba y aun funciona, por su buena estética y función. 

Qué bueno sería que la sociedad estuviera más educada en el diseño. Tuviera más sensibilidad a la hora de elegir los objetos que se llevan a sus casas y saber escoger con un sabor crítico y sostenible. Qué bonito sería, ¿verdad? 

Os invito a probarlo,               

1Según la RAE. Palabra « servicio » es “Prestación que satisface alguna necesidad humana y que no consiste en la producción de bienes materiales”. 

“Lujo y diseño no van de la mano” dice el diseñador Andreu Carulla. 

La filosofía del ser: el ser es aquello, en lo que los diferentes objectos coinciden y en lo que, a su vez, se distinguen. “combinación de forma y materia” (según Aristóteles)

Sergi Bellvert

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